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São Paulo, 18 de agosto de 2011
Queridas hermanas:
hemos llegado a la décima y última jornada del Encuentro de apostolado-economía del Continente Americano. Es el día de acción de gracias por todos los dones de los que el Señor nos ha colmado en este tiempo. Hemos trabajado intensamente, sobre todo, hemos buscado juntas, en la oración y en la comunión.
Nuestro Magnificat se ha elevado con mucha intensidad y participación en la adoración eucarística, que ha abierto nuestra jornada, y luego en la condivisión, en la que las hermanas han expresado su entusiasmo, confianza, gran sentido de esperanza en seguir caminando como único «cuerpo» y la certeza que la gracia del Señor continuará construyendo con nosotras el futuro de la misión en este Continente. El gracias ha ido, coralmente, al gobierno general, a la comisión preparatoria, a Sor Battistina, nuestra buenísima facilitadora y a las hermanas brasileñas por la organización y la generosa hospitalidad.
Sor M. Antonieta Bruscato, superiora general, nos ha recordado que «caminar por los senderos de la nueva evangelización nos exige fundar cada vez más nuestra vida sobre Jesucristo y su Palabra». Y ha evidenciado cómo el mismo camino de la rediseñación de la misión en el Continente Americano depende de la calidad de nuestra fe y de nuestra escucha, ante todo de la Palabra de Dios. Por esto, nos ha invitado a permitir que el Señor fecunde con esta Palabra nuestra vida para generar la renovación apostólica que deseamos y en la cual queremos comprometernos. Y ha concluido así: «Nada debe ser más importante que el anuncio de la Buena Noticia a todos. Sólo así entrarán como protagonistas en la nueva evangelización, como ustedes han auspiciado en el Objetivo continental, poniendo en acto nuevas propuestas y nuevas iniciativas, con pasión, creatividad, audacia y profecía».
Nuestra alegría y nuestra alabanza se ha manifestado en la acción de gracias por excelencia, la Celebración Eucarística, presidida por Mons. Tomé Ferreira da Silva, obispo de la región Ipiranga de São Paulo, y abierta por la danza litúrgica de las novicias que, como al inicio de nuestro encuentro, han cantado el slogan de nuestro Encuentro: Habitadas por la Palabra trazamos caminos nuevos a la misión, y colocado sobre el ambón la Biblia y el Logotipo Paulinas.
Con el pan y el vino se ha llevado al altar también el esbozo del Proyecto continental, «fruto de nuestro trabajo» de estos días. Hermanas, también al término de esta página informativa cotidiana, deseamos agradecerles por todos los mensajes de augurio, de aliento y de oración que han hecho llegar a través del blog y los e-mail. Las hemos sentido muy presentes y acompañadas por el afecto y la esperanza de todas. ¡GRACIAS!
Sor Anna Caiazza
