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São Paulo, 16 de agosto de 2011
Queridas hermanas:
En Madrid comenzó hoy la Jornada mundial de la juventud. Nuestro recuerdo orante va a Madrid, a más de dos millones de jóvenes que desde hoy al 21 de agosto, se unirán a Benedicto XVI y llevarán al mundo – también “su” mundo, lleno de expectativas y de incertidumbres – al corazón de esta gran fiesta universal, oportunidad preciosa para crecer en la comunión, para fortalecer la fe, para enfrentar las opciones importantes de la vida.
Y hablando de opciones, también nosotras estamos llamadas a “optar”. Los trabajos de los días anteriores, de hecho, se han concretizado en las propuestas que, elaboradas en grupos y compartidas en asamblea, han dado lugar a rápidas convergencias. Esta mañana, después de un espacio adecuado dedicado a la relectura “meditada” del esbozo de tales propuestas se procedió a la priorización. Y ya en la tarde empezamos a detallar un plan concreto, con etapas, plazos y personas responsables.
Parece muy claro que la rediseñación de la difusión, en la que hemos trabajado, apunta a varios principios carismáticos esenciales: una sabia administración, una gestión co-responsable y orgánica, la centralidad de la Palabra, en la que se fundamenta nuestra vocación apostólica, nos hace atentas a los signos de los tiempos y a las exigencias de nuestros destinatarios/interlocutores.
El Proyecto apostólico global/continental ya es una realidad. Estamos profundamente agradecidas al Señor por la serenidad y por la pasión con la que hemos emprendido este camino. Y nos sentimos fuertes por las oraciones que de cada parte del mundo continúan a elevar por nosotras.
Esta noche nos concederemos una pausa… una vez más “apostólica”: nos presentarán proyectos de particular importancia y novedad de las hermanas de algunas circunscripciones. Continúa la Mini-Feria de los productos “Paulinas” del Continente Americano, con un vivaz e interesante intercambio (adquisiciones y ventas) de los respectivos “derechos”.
Sor Anna Caiazza
